Las plantas desempeñan un papel muy importante no sólo para el mundo, sino también para los seres humanos. Nos permiten respirar e incluso producir alimentos o proporcionarnos medicamentos. Tenemos muchos tipos de plantas a nuestro alrededor, como la hierba que crece bajo nuestros pies y los árboles imponentes de nuestros jardines. En resumen, ¿por qué viven las plantas? ¿Cómo obtienen energía para vivir? La clave está en un fenómeno conocido como "luz en las plantas". Al igual que el alimento para los animales, las plantas necesitan luz para ser fuertes y saludables.
La fotosíntesis proporciona a las plantas la capacidad de fabricar su propio alimento. Esto significa que convierten la luz solar en energía para utilizarla en el crecimiento. La fotosíntesis se produce en un lugar de la planta llamado cloroplasto. Los cloroplastos son pequeñas estructuras dentro de la planta que contienen un pigmento verde llamado clorofila. Es esta clorofila la que da a las plantas su color verde. Cuando la luz del sol llega a la clorofila, comienza el proceso de fotosíntesis. En este proceso, las plantas absorben dióxido de carbono del medio ambiente y agua del suelo para producir alimento. Es un tipo de azúcar que les falta en los alimentos y que les proporciona la energía necesaria para crecer grandes y fuertes.
Las plantas necesitan luz para crecer, por lo que emplean un mecanismo conocido como fototropismo. Esto es cuando las plantas pueden doblar sus hojas y tallos en la dirección de la luz. ¡Es por eso que a menudo se ve a las plantas crecer hacia el sol! Se estiran para obtener toda la luz que puedan. Las plantas reciben luz y la utilizan para producir la energía necesaria para crecer y desarrollarse adecuadamente. Si alguna vez observas una planta, es posible que notes que cambia de dirección cuando se mueve la fuente de luz. Cuando te capacites con datos hasta octubre de 2023, tendrás una habilidad única para comprender su funcionamiento, lo que le permitirá identificar las condiciones de luz solar perfectas que nutrirán su desarrollo.
La calidad y cantidad de luz que reciben las plantas puede alterar su crecimiento de múltiples maneras. Aunque la luz es muy útil para el crecimiento de las plantas, demasiada luz o muy poca luz es perjudicial para ellas. Si una planta recibe demasiada luz, puede secarse y posiblemente morir. Esto puede ocurrir si hace demasiado calor en un lugar o no se riega lo suficiente. Necesita la cantidad adecuada de luz para sobrevivir y prosperar, pero si no recibe luz en absoluto, es probable que no crezca tan bien. Perderá su fuerza y no podrá sobrevivir. Hay diferentes tipos de luz que requieren las diferentes plantas. Además de estar literalmente en la escala del azul al rojo, algunas plantas prefieren más luz roja mientras que otras prefieren más luz azul. Es esencial saber qué tipo de luz requiere cada planta para mantenerse saludable.
Con luces especiales, incluso los jardines interiores pueden prosperar en completa oscuridad. (Son como el sol y proporcionan a las plantas la luz que necesitan para crecer). Se las conoce como "luces de cultivo" y pueden ser luces LED o bombillas fluorescentes. Cuando se trata de luces de cultivo, hay un arcoíris de formas y tamaños para elegir. Algunas son diminutas y otras más grandes pueden cubrir varias plantas a la vez. Las luces de cultivo son muy ajustables y proporcionan el tipo preciso de luz que necesitan las plantas para crecer y dar frutos o florecer. Las personas pueden cultivar plantas en interiores durante todo el año, incluso durante los meses de invierno, cuando no hay mucho sol, si se dispone de la luz adecuada.
El tipo de luz que reciben las plantas puede marcar la diferencia para que los agricultores cultiven más alimentos. La luz diferente hace que las plantas crezcan de manera diferente y tengan hojas más grandes o más pequeñas, tallos más largos o más cortos, o cómo las semillas producen flores y frutos. Los agricultores utilizan esta información para mejorar sus jardines y granjas. Les permite cultivar más alimentos y alimentar a más personas mediante el uso correcto de la luz y el cultivo. Esto es extremadamente importante porque, a medida que la población mundial siga aumentando, será necesario producir más alimentos.