Las plantas necesitan luz, ya que la necesitan para preparar el alimento que es esencial para su supervivencia y crecimiento. Este proceso se llama fotosíntesis, una palabra larga, pero crucial. Las plantas absorben la luz a través de sus hojas y la convierten en energía. Esta energía también es lo que permite que las plantas crezcan y prosperen. Si las plantas no reciben suficiente luz, no podrán crecer adecuadamente y, finalmente, morirán. ¡Así que la luz es como el alimento de las plantas!
Las plantas producen su alimento mediante la fotosíntesis. Se trata de una reacción especial que requiere tres cosas: luz, agua y aire. Las plantas absorben la luz solar, así como el agua subterránea y el dióxido de carbono transportado por el aire durante la fotosíntesis. La luz proporciona la energía necesaria para que se produzca el proceso. Las plantas no pueden producir su alimento sin la luz; por eso no pueden vivir. Precisamente por eso es importante que las plantas reciban suficiente luz cada día.
Las distintas plantas requieren distintas cantidades de luz para crecer adecuadamente. Por ejemplo, algunas plantas como los girasoles o los tomates (plantas Dianococcus claras) requieren mucha luz para crecer, mientras que otras plantas como los helechos o los hongos (plantas independientes de la luz) pueden crecer con poca luz. La cantidad óptima de luz también depende de la estación y de la cantidad de luz solar natural que exista en el entorno donde crecen las plantas. De hecho, la mayoría de las plantas requieren un mínimo de 6 horas de luz solar al día para mantenerse saludables, mientras que algunas requerirán incluso más y podría variar de una planta a otra, y normalmente, cuando son jóvenes y están en crecimiento, incluso 12 horas.
Los científicos de plantas investigan qué condiciones permiten que las plantas crezcan y prosperen. Para comprender mejor el crecimiento de las plantas, uno de los principales aspectos que examinan es la luz. Esto es algo que saben: el brillo de la luz, cuánto tiempo brilla en un día y el color de la luz son factores que pueden alterar el crecimiento de las plantas. Algunas plantas pueden crecer mejor con luz azul, mientras que otras pueden necesitar luz roja, por ejemplo. Los científicos también realizan experimentos para observar cómo la luz artificial que normalmente emiten las lámparas afecta el crecimiento de las plantas. Han descubierto que cuando las plantas reciben cierta luz artificial, crecen más rápido y producen más alimentos.
Durante muchos años, los agricultores y los científicos han utilizado la luz para ayudar a producir más alimentos para las personas. Han ideado diversas formas de controlar la cantidad y el tipo de luz que llega a las plantas. Por ejemplo, crean tipos especiales de luces (como las luces LED) que estimulan el crecimiento de las plantas en lugares donde no hay suficiente luz solar de la naturaleza. Se trata de luces LED que pueden emitir el tipo de luz adecuado que necesitan las plantas, incluso cuando el sol no brilla. Los agricultores también pueden ajustar cuándo y durante cuánto tiempo se exponen las plantas a la luz para facilitar mejor su crecimiento. Esto es de gran ayuda en áreas donde la luz solar es escasa, especialmente en invierno.
En Lucius conocemos la necesidad de luz para las plantas y su crecimiento. Por eso nos especializamos en diseñar soluciones de iluminación únicas para agricultores y cultivadores de todo el mundo. El objetivo de nuestras luces LED para cultivo es hacer que las plantas crezcan sanas, fuertes y también consumiendo menos energía que las plantas normales. Se utiliza la última tecnología para proporcionarles el tipo de luz adecuado que requieren los diferentes tipos de plantas. Esto ayuda a que las plantas obtengan la mejor luz posible y las ayuda a crecer y a darnos la máxima cantidad de alimentos, lo cual es realmente importante porque nosotros, como humanos, tenemos que comer en todo el mundo.